El proyecto incide en la restauración y valoración paisajística de la llama zona del Fórum Central del Parque del Oeste en Valencia. Un espacio vacío que rompía la continuidad del parque, previsto para grandes mítines y concentraciones públicas, con un gran escenario, que constituía un espacio obsoleto en el actual parque. Las obras dotan de un nuevo contenido la parte central del parque, capaz de convertirse en una parte rentable del parque para su uso cotidiano, incluyendo eventos de diversas dimensiones, tanto actos para un público reducido, como otros de mayor número

Con la intervención se pretende: Dar continuidad funcional a las zonas norte y sur del parque. Resolver el acceso norte desde la Calle Enguera. Intervenir en los aspectos paisajísticos evitando la dureza actual del lugar. Eliminar el desproporcionado edificio del escenario existente, sustituido por escenarios a nivel propio del nuevo espacio, y capaz para actuaciones de diversas. Incorporar material botánico para reforzar tanto los usos previstos, apoyando las masas arbustivas existentes y que se encuentran en buen estado.

La idea general es eliminar cuerpos o elementos fuera de uso para transformar la zona, hoy obsoleta y en exceso “construida”, en una zona viva más del parque que permita a la vez una interrelación dinámica entre las zonas norte y sur. Todo ello desde un lenguaje jardinero que potencie las virtudes del parque y los elementos que lo constituyen.

La intervención de más calado es la transformación de la gran explanada en una pradera con ligera pendiente desde el norte cayendo hacia el sur, levantando la cota lo suficiente como para no tener que eliminar los muretes de hormigón y manteniendo el arbolado existente. Esta pradera confluye en su parte baja con una zona de “escenario” o representación, dispuesto a ras de la cota de servicio del parque, ligeramente elevada sobre ella unos 15 cm, y configurada como una terraza de solado de madera, con anexos más bajos y acotados que permitan representaciones para pequeños grupos. La cota del plano que define la pradera se rebaja lo suficiente como para que este “escenario” quede elevado unos 50 cm de la cota más baja.

Todo ello se completa con la creación de masas arbóreas, de grupos de arbustos, de tapizantes, o de trepadores que vistan la medianería colindante, se describen en el apartado siguiente.

AUTORES
Miguel del Rey, Antonio Gallud, arquitectos
María Teresa Santamaría, paisajista

COLABORADORES
Francisco Vallet, arquitecto téctnico

PROMOTOR
OAM Parques y Jardines. Ayuntamiento de València